jueves, 18 de septiembre de 2014

¿Qué significa "Te Deum"?

Como todos los años, el 18 de septiembre en Chile, la comunidad eclesiástica y su fieles celebramos el Te Deum. La primera vez que se realizó fue en 1811 por solicitud del Director Supremo, don José Miguel Carrera Verdugo, para dar gracias a Dios en el primer aniversario de lo que los padres fundadores de nuestra nación consideraron el inicio de la Independencia (18 de septiembre de 1810, Primera Junta Nacional de Gobierno). Sin embargo, en ese tiempo solo se realizaba lo que se llamó "Santa Misa de Acción de Gracia", por ende aun no se le llamaba Te Deum

La voz Te Deum es latina, y significa literalmente 'A ti, Dios'. Es una frase con la que comienza un himno homónimo que antiguamente se interpretaba al final de la Santa Misa. Así, en 1870, el Ministro del Interior y de Relaciones Exteriores, Miguel Luis Amunátegui, le pidió al Arzobispo de Santiago, monseñor Rafael Valdivieso, que el Te Deum se celebrara sin eucaristía, pues los fieles debían pasar muchas horas en ayuno, lo que hacía que muchos sufrieran desmayos o contrajeran enfermedades incurables para la época, lo cual fue aceptado por Iglesia Católica. Pero lo que hoy en día conocemos como el Te Deum, no fue hasta el año 1971, cuando el presidente Salvador Allende Gossens le solicitó al cardenal Raúl Silva Henríquez, Arzobispo de Santiago en ese entonces, que en la celebración se invitara a todos los miembros de distintas iglesias o creencias. De esta amnera, se incorporaron la iglesia evangélica, la comunidad judía, representantes de los pueblos originarios (mapuches, quechuas, aymarás, rapa nui), etc.  Desde ahí que se le comenzó a llamar Te Deum ecuménico, es decir, que se extiende a todo el orbe. Finalmente, en 1975, por petición del presidente Augusto Pinochet se celebra lo que la prensa llama "Te Deum evangélico", a pesar de que la comunidad cristiana no reza el himno del Te Deum, pero que se bautizó con ese nombre para generar una relación más allá de lo canónicamente establecido, la cual se realiza el domingo anterior al 18 de septiembre. Su verdadero nombre es "Servicio de Acción de Gracias".

Entonces, el Te Deum es una misa de acción de gracias por un nuevo aniversario patrio en Chile (aunque también se hacen en otro países, como Argentina, Haití, Venezuela, etc.). En él asisten las más altas autoridades del país, como el Presidente, Ministros de Estado, Parlamentarios, Embajadores, etc. y es desarrollada por el Arzobispo de Santiago de turno, en la catedral de la misma ciudad.

Anecdotario:

a) El Te Deum no es una celebración exclusiva de fiestas patrias, también se ha desarrollado luego de que asume un presidente, o cuando asumió el Papa Francisco en 2013.
b) El año 2000, el presidente Ricardo Lagos celebró por única vez el "Te Deum evangélico" en la ciudad de Curicó.
c) Paralelamente al Te Deum ecuménico, en las catedrales de las  22 diócesis y 4 arquidiócesis se celebra lo que se llama Te Deum diocesanos, es decir, que solo intervienen personas relacionadas con la iglesia católica y autoridades regionales, salvo Copiapó, Valparaíso, Concepción y Temuco, que sí tienen carácter ecuménico.
d) El Te Deum ecuménico celebrado en Santiago comienza a las 11.00 hrs. con la llegada del Presidente de la República, que se traslada siempre desde el Palacio de la Moneda.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

El curioso origen de "tonto", "estúpido", "idiota" y "necio"

Las siguientes palabras pueden ser usadas como significante de una persona que es ignorante o que tiene falta de entendimiento o razón. Sin embargo, es curioso que las cuatro tengan un origen distinto y, en algunos casos, sin relacionarse de manera directa al uso que le damos hoy en día.

Tonto es una voz con tradición oral, y nace del habla infantil, justamente para hacer referencia a una persona con escaso sentido de entendimiento. 

Estúpido proviene de la voz latina stupidus, que literalmente significa, "asombrado, inmóvil, aturdido", y que a su vez viene de stupere, palabra que da origen a otras, como estupendo, estudiar, estupor, Estocolmo, etc. Sin embargo la Real Academia Española dice que la palabra estúpido refiere a alguien con falto de inteligencia.

Idiota tiene su origen en la Antigua Grecia, y hacía referencias a las personas ignorante, ya que ellas eran las que solo conocían un idioma. Así, la mayoría de nosotros seríamos unos verdaderos idiotas. La REA, recién en su tercera acepción, utiliza el significado de idiota como "Tonto, corto de entendimiento" (en la primera acepción dice: " que padece de idiocia").

Necio tiene su origen en la palabra compuesta latina nescius (ne 'no' y scire 'saber'), es decir, "que no sabe, que ignora". Lamentablemente es una palabra que se está perdiendo en el español de Chile y que refiere de mejor manera la falta del saber, a partir de una tradición lingüística histórica.

Es importante señalar que en Chile se pueden usar dos voces que no compartimos del todo con otros hispanohablantes. Es el caso de huevón y leso.

Huevón (güeón, weón, wn): Si bien no tiene su origen en Chile [puede venir de España], es uno de los improperios más utilizados a lo largo de todo nuestro país. Tiene función de sustantivo, adjetivo, verbo y ,a veces, adverbio. Su origen parece ser el aumentativo de la palabra huevo, que incluye la acepción de testículo. Así, un huevón es un hombre que tiene los testículos grandes, por ende su peso hace que el individuo se mueva de forma lenta. Esta voz se amplió al género femenino, con la palabra "huevona", a pesar de que las mujeres no tienen gónadas.

Leso: La DRAE, en su tercera acepción, dice que la palabra leso refiere a alguien "tonto, necio, de pocos alcances". Este uso no tiene un origen registrado; sin embargo, puede ser que derive del sustantivo lesera, que es una palabra propiamente chilena.

viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Edil o alcalde?

Muchas veces en la prensa escrita u oral, hemos leído o escuchado como sinónimo de alcalde la palabra edil. Por ejemplo, en el diario La Tercera, apareció el siguiente enunciado: “Si la ANFP quiere venir el 30 de septiembre, encontrará lo que está; pero si lo hace un día después, verá trabajadores y maquinarias. Cumpliremos”, enfatiza el edil penquista Alvaro Ortiz.

El problema está en que hacen una mala referencia al cargo de Álvaro Ortiz, puesto que la palabra edil no refiera al cargo de alcalde, sino que al de concejal.  Cualquier persona que sepa usar bien la lengua castellana, podría mal interpretar lo que los periodistas creen utilizar de buena manera y otorgarle un cargo que no corresponde al alcalde. Es bien sabido que para generar un buen texto es mejor no repetir tanto las palabras dentro de los párrafos, pero lamentablemente la voz alcalde no tiene un sinónimo que aluda a las funciones que cumple un alcalde,por tanto deberá utilizarse las veces que sea necesario.

Fuente de la noticia: http://www.latercera.com/noticia/deportes/2014/08/656-593129-9-copa-america-si-concepcion-falla-el-monumental-es-la-alternativa.shtml

martes, 26 de agosto de 2014

Por favor, propalar

En un ejercicio de una guía sobre "Plan de redacción" (de preparación para la Prueba de Selección Universitaria), salía una palabra que hace mucho tiempo no leía, ni menos escuchaba: propalar.

Propalar, es una palabra culta que significa hacer divulgar algo oculto, es decir, expresar una información que sólo algunas personas conocen. Así, podemos decir que el Ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, propaló el nombre del ganador del Premio Nacional de Literatura: Antonio Skármeta.

viernes, 22 de agosto de 2014

¿De dónde viene la palabra "tocayo"?

Según el Diccionario de la Real Academia Español, la voz tocayo o tocaya se define como: respecto de una persona, otra que tiene su mismo nombre, concepto que todos conocemos y que no presenta mayor problemática, pues se utiliza en todos los dialectos del español de manera transversal. Sin embargo, hoy decidí escribir sobre esta palabra por su anecdótico origen. En el libro "Lo pienso bien y lo digo mal" de la Academia chilena de la lengua, se cuenta de manera breve la historia del nacimiento de este término, la cual surge: "por alusión a la frase ritual del derecho romano Ubi tu Caius, ibi ego Caia", es decir  (literalmente) "donde tú [seas llamado] Cayo, allí yo [seré llamada] Caya" frase que expresaba la futura esposa a su novio cuando éste la llegaba a buscar a su casa con la comitiva nupcial. 

Luego, durante la Edad Media, los jóvenes comenzaron a emplear esta frase de manera lúdica para conquistar a las muchachas, deformando la frase, puesto que el pueblo no sabía hablar latín (recordemos que en la Edad Media el latín ya había evolucionado en las distintas lengua romances, y solamente los eruditos, personas del mundo eclesiástico y maestros universitarios, conocían y utilizaban el latín), por lo tanto retuvieron el memento más sonoro de la frase: tu Caius, que derivó en "tocayo", aludiendo a las personas que tenían el mismo nombre.

jueves, 21 de agosto de 2014

Dígalo, con confianza: Cu-lo

Los chilenos nos caracterizamos por abusar del uso de los eufemismos, es decir "embellecer" las palabras que contemplan conceptos no muy agradables. Por ejemplo, en vez de decir puta se dice buta, o en vez de conchadetumadre se dice (y escribe) CTM. Caso parecido es lo que sucede con la palabra que es definida como el conjunto de dos nalgas, o la zona carnosa que rodea al ano. Trasero, pompas (pompis), potito (o en su defecto, poto), nalgas, posadera, traste, etc.,  son las palabras que utilizamos para hacer referencia a lo que en español se conoce como culo. No se sabe por qué en Chile es considerada una palabra socialmente inadecuada, puesto que el resto de los hispanohabantes la utilizan de manera cotidiana. Así, este sustantivo derivó en el verbo qué es aún más estigmatizado que su forma originaria: culiar. Primeramente, la Real Academia determinó que el significado de la palabra culiar hace referencia a mover la parte trasera del cuerpo que le sigue a la espalda , pero, como todos sabemos, el término se utiliza para referirse al acto sexual, específicamente, en donde el hombre introduce su miembro por el culo de la mujer.

También, y referido al mismo concepto, en Chile existe la expresión: volar la raja, de la cual una persona le propinará un golpe fuerte (generalmente una patada) en el culo a otra persona. Dicha expresión genera dos cosas interesante: Primero, ¿por qué se dice volar la raja, si el culo no tiene alas, y luego de una patada queda en el mismo lugar? y también, ¿por qué raja? Ambas repuestas tienen el mismo origen: la expresión volar la raja nace del acto de cortar la leña con hacha. Al incrustar el leñador su instrumento en la madera se hacen unas hendiduras que se denominan rajas, por ende, por una suerte de símil de formas, las personas comenzaron a asociar al culo con la forma de las rajas de la madera. En cuanto al uso del término volar, se puede interpretar con lo que sucede con la madera al ser golpeada con el hacha, ya que con el efecto de la gravedad, la madera "vuela" hasta caer al cielo. Entonces, volar la raja, no es más que  incrementar la hendidura del culo a través del golpe, cosa que es posible si el golpe es demasiado fuerte, pero es imposible que las nalgas vuelen como sí lo hacen los trozos de maderas al ser cortados.

En conclusión, cuando escuche la palabra culo, no recrimine a la persona que lo dijo, porque él está en lo correcto. Recuerde que las palabras no son buenas ni malas, son solo palabras.

miércoles, 20 de agosto de 2014

¿Ir a comer una "cosita poca" es un acto deshonroso?

Una de las cualidades del lenguaje es que construye realidad, es decir, gracias a él creamos conceptos que sirven para comunicarnos con otras personas. Sin embargo, cabe destacar que los conceptos (o palabras) en cada uno de los idiomas no son representativos al objeto. Por ejemplo, lo que en español conocemos como perro, en inglés se conoce como dog, en alemán como hund,  en catalán gos, en latín can, etc. Por tanto, las voces propias de un idioma no son sinónimas, aunque puedan venir de un mismo origen. Entonces, la semántica (encargada del estudio de los significado de las palabras), dirá que los significados son convencionales, lo que hace que compartamos la misma idea al decir cierta palabra (en el ejemplo, al leer usted "perro" lo asociará a un animal cuadrúpedo, doméstico, de la familia de los Cánidos, y no con otra cosa).

Así, y luego de haberlo reflexionado con mis alumnos del electivo humanista, es interesante lo que pasa con los significados de ciertas palabras que han sido modificadas convencionalmente, o por lo menos eso es lo que se suele pensar. Por ejemplo, si a usted lo invitan a comer algo de proporciones pequeñas, y que no contempla ni el desayuno, ni el almuerzo, ni la once, puede que se lo propongan de esta manera: ¿Te invito a un vituperio? Si la persona no conoce el real significado de la palabra, sin pensarlo le dirá sí o no (dependiendo de ciertos factores, como si tiene hambre, tiempo, dinero, etc.). Ahora bien, si la persona es culta, hispanohablante no chileno o estudioso de la lengua, lo más probable es que le diga: No sé a lo que te refieres. Pero, ¿por qué? 

La respuesta a la pregunta anterior es bien sencilla. La palabra "vituperio" nunca ha tenido relación con la comida. Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra hace referencia a una acción o circunstancia que genera un deshonra. Entonces, ¿de dónde proviene el origen del concepto "vituperio" como una especie de cóctel? Eso tiene que ver con una anécdota del programa chileno "Jappening con Ja", ya que el personaje de Fernando Alarcón, Canitrot, en una escena, debía decir la palabra "refrigerio", la cual sí tiene que ver con la comida, y se entiende como un alimento corto para reponer las fuerzas (DRAE, tercer acepción), y como no le resultaba la expresión de la palabra, él la reemplazó por vituperio. Por ende, como el programa era muy visto por los chilenos, quedó en el inconsciente colectivo el nuevo significado de vituperio.

Por lo tanto, debe tener cuidado cuando salga del país y decir que se quiere servir un vituperio, pues quizás, en alguno lugar donde compartamos el idioma, no le van a entender.

lunes, 18 de agosto de 2014

Hoy es el día de la luna

La mayoría de las palabras que utilizamos en español provienen del idioma latín, lengua que hablaban antiguamente los romanos. Algunos estudiosos e investigadores proponen que el 70% de las palabras que usamos en español derivan de esta lengua.

Sin ir más lejos, los días de la semana (en latín, septimana, es decir, siete días) no cambiaron muchos del español al latín [casi nada, diría yo], aunque sí ha cambiado el concepto religioso, pues cada día estaba dedicado a un dios de la cosmogonía romana. Así, el origen de los nombres de los días son:

Lunes: lunae dies* (día de la luna).
Martes: martis dies (día de Marte, dios de la guerra).
Miércoles: mercurii dies (día de Mercurio, mensajero de los dioses).
Jueves: iovis dies (día de Júpiter, padre de dioses y de hombres).
Viernes: veneris dies (día de Venus, diosa del amor).
Sábado: saturni dies (día de Saturno, dios de la agricultura).
Domingo:  solis dies (día del sol).

Cabe señalar, que el día sábado y domingo, cambiaron sus nombres por influencia hebrea, así diremos que:

Sábado: Proviene de la voz hebrea Sabbat, que hace refierencia al "día de descanso".
Domingo: Proviene de la voz latina Dominicus dies, que literalmente significa "día del señor" (en este caso, señor refiriéndose a Dios [cristiano o católico].

En cuanto a las reglas de ortografía, los días de la semana no son nombres propios, por tanto nunca se deben escribir con mayúscula, salvo que sean exigidos por algún tipo de puntuación, es decir, al comienzo de un texto o después de un punto seguido.

* En algunos textos encontrarán que la palabra dies (día, en latín) irá primero que el nombre, por ejemplo dies lunae. Se puede escribir de las dos formas [cosa que no profundizaré, pues este blog es sobre español y no latín].

sábado, 16 de agosto de 2014

¿Español o castellano?

Muchas veces me han consultado sobre si  hablamos español o castellano. La verdad es que he escuchado un sin fin de hipótesis y teorías, sobre todo por parte de algunos alumnos, con respecto a este tema. Alfredo Barría M., connotado periodista de Concepción, en su libro "Los misterios del idioma", publicado por la Universidad de Concepción y el diario El Sur en 1993, escribe en la introducción titulada "El nombre de la lengua", que la duda del uso de uno u otro nombre "(...) se explica con tal simpleza y ello parece suficiente para evitar mayores discusiones", puesto que, como la historia lo indica, se llama Castellano como reflejo de la unión que hizo Castilla en el momento de la invasión arábiga a la península, pues el idioma fue una fuente importante para generar la unión de los reinos y así realizar la expulsión de los árabes en el año 1492 ; y se le denomina Español por un tema más bien internacional, para generar una unión (otra vez) entre los hispanohablantes que se encuentran dispersos por todos los países del mundo. Así, los países en sus respectivas Constituciones, expresan que el idioma oficial es el Español y no el Castellano.

Así mismo,  Héctor Velis- Meza y Hernán Morales Silva, en su libro "Vicios en el lenguaje del chileno" afirman que "(...) algunas comunidades lingüísticas de España se resisten a aceptar el término español y prefieren usar el vocablo castellano, porque en este país también se hablan otras lenguas como el catalán, vasco, gallego, valenciano y mallorquín, que tiene carácter de oficial en sus respectivos territorios" (2012: 14).

Entonces, en conclusión, diremos que el nombre del idioma que utilizamos para comunicarnos es el español o castellano, voces que se pueden usar indistintamente. Sin embargo, habrá que respetar la idea de los españoles de decir que ellos hablan el castellano y no español. Usted decide qué concepto emplear.

Presentación

Hola amigos. Mi nombre es Nicolás Matías Retamal Venegas. Soy profesor de Español titulado por la Universidad de Concepción (Chile) y Magíster en Lingüística Aplicada por la misma casa de estudios. La idea de realizar este blog surge por una cosa muy personal, la cual es ayudar a quienes tengan dudas o quieran ampliar su conocimiento sobre el idioma que compartimos con millones de personas de todo el mundo: el español o castellano. Espero que aquí encuentren lo que anden buscando; y de no ser así, no duden en preguntar o comentar.

Saludos a todos y gracias por sus visitas.

Atte.

Nicolás Retamal Venegas.