martes, 26 de agosto de 2014

Por favor, propalar

En un ejercicio de una guía sobre "Plan de redacción" (de preparación para la Prueba de Selección Universitaria), salía una palabra que hace mucho tiempo no leía, ni menos escuchaba: propalar.

Propalar, es una palabra culta que significa hacer divulgar algo oculto, es decir, expresar una información que sólo algunas personas conocen. Así, podemos decir que el Ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, propaló el nombre del ganador del Premio Nacional de Literatura: Antonio Skármeta.

viernes, 22 de agosto de 2014

¿De dónde viene la palabra "tocayo"?

Según el Diccionario de la Real Academia Español, la voz tocayo o tocaya se define como: respecto de una persona, otra que tiene su mismo nombre, concepto que todos conocemos y que no presenta mayor problemática, pues se utiliza en todos los dialectos del español de manera transversal. Sin embargo, hoy decidí escribir sobre esta palabra por su anecdótico origen. En el libro "Lo pienso bien y lo digo mal" de la Academia chilena de la lengua, se cuenta de manera breve la historia del nacimiento de este término, la cual surge: "por alusión a la frase ritual del derecho romano Ubi tu Caius, ibi ego Caia", es decir  (literalmente) "donde tú [seas llamado] Cayo, allí yo [seré llamada] Caya" frase que expresaba la futura esposa a su novio cuando éste la llegaba a buscar a su casa con la comitiva nupcial. 

Luego, durante la Edad Media, los jóvenes comenzaron a emplear esta frase de manera lúdica para conquistar a las muchachas, deformando la frase, puesto que el pueblo no sabía hablar latín (recordemos que en la Edad Media el latín ya había evolucionado en las distintas lengua romances, y solamente los eruditos, personas del mundo eclesiástico y maestros universitarios, conocían y utilizaban el latín), por lo tanto retuvieron el memento más sonoro de la frase: tu Caius, que derivó en "tocayo", aludiendo a las personas que tenían el mismo nombre.

jueves, 21 de agosto de 2014

Dígalo, con confianza: Cu-lo

Los chilenos nos caracterizamos por abusar del uso de los eufemismos, es decir "embellecer" las palabras que contemplan conceptos no muy agradables. Por ejemplo, en vez de decir puta se dice buta, o en vez de conchadetumadre se dice (y escribe) CTM. Caso parecido es lo que sucede con la palabra que es definida como el conjunto de dos nalgas, o la zona carnosa que rodea al ano. Trasero, pompas (pompis), potito (o en su defecto, poto), nalgas, posadera, traste, etc.,  son las palabras que utilizamos para hacer referencia a lo que en español se conoce como culo. No se sabe por qué en Chile es considerada una palabra socialmente inadecuada, puesto que el resto de los hispanohabantes la utilizan de manera cotidiana. Así, este sustantivo derivó en el verbo qué es aún más estigmatizado que su forma originaria: culiar. Primeramente, la Real Academia determinó que el significado de la palabra culiar hace referencia a mover la parte trasera del cuerpo que le sigue a la espalda , pero, como todos sabemos, el término se utiliza para referirse al acto sexual, específicamente, en donde el hombre introduce su miembro por el culo de la mujer.

También, y referido al mismo concepto, en Chile existe la expresión: volar la raja, de la cual una persona le propinará un golpe fuerte (generalmente una patada) en el culo a otra persona. Dicha expresión genera dos cosas interesante: Primero, ¿por qué se dice volar la raja, si el culo no tiene alas, y luego de una patada queda en el mismo lugar? y también, ¿por qué raja? Ambas repuestas tienen el mismo origen: la expresión volar la raja nace del acto de cortar la leña con hacha. Al incrustar el leñador su instrumento en la madera se hacen unas hendiduras que se denominan rajas, por ende, por una suerte de símil de formas, las personas comenzaron a asociar al culo con la forma de las rajas de la madera. En cuanto al uso del término volar, se puede interpretar con lo que sucede con la madera al ser golpeada con el hacha, ya que con el efecto de la gravedad, la madera "vuela" hasta caer al cielo. Entonces, volar la raja, no es más que  incrementar la hendidura del culo a través del golpe, cosa que es posible si el golpe es demasiado fuerte, pero es imposible que las nalgas vuelen como sí lo hacen los trozos de maderas al ser cortados.

En conclusión, cuando escuche la palabra culo, no recrimine a la persona que lo dijo, porque él está en lo correcto. Recuerde que las palabras no son buenas ni malas, son solo palabras.

miércoles, 20 de agosto de 2014

¿Ir a comer una "cosita poca" es un acto deshonroso?

Una de las cualidades del lenguaje es que construye realidad, es decir, gracias a él creamos conceptos que sirven para comunicarnos con otras personas. Sin embargo, cabe destacar que los conceptos (o palabras) en cada uno de los idiomas no son representativos al objeto. Por ejemplo, lo que en español conocemos como perro, en inglés se conoce como dog, en alemán como hund,  en catalán gos, en latín can, etc. Por tanto, las voces propias de un idioma no son sinónimas, aunque puedan venir de un mismo origen. Entonces, la semántica (encargada del estudio de los significado de las palabras), dirá que los significados son convencionales, lo que hace que compartamos la misma idea al decir cierta palabra (en el ejemplo, al leer usted "perro" lo asociará a un animal cuadrúpedo, doméstico, de la familia de los Cánidos, y no con otra cosa).

Así, y luego de haberlo reflexionado con mis alumnos del electivo humanista, es interesante lo que pasa con los significados de ciertas palabras que han sido modificadas convencionalmente, o por lo menos eso es lo que se suele pensar. Por ejemplo, si a usted lo invitan a comer algo de proporciones pequeñas, y que no contempla ni el desayuno, ni el almuerzo, ni la once, puede que se lo propongan de esta manera: ¿Te invito a un vituperio? Si la persona no conoce el real significado de la palabra, sin pensarlo le dirá sí o no (dependiendo de ciertos factores, como si tiene hambre, tiempo, dinero, etc.). Ahora bien, si la persona es culta, hispanohablante no chileno o estudioso de la lengua, lo más probable es que le diga: No sé a lo que te refieres. Pero, ¿por qué? 

La respuesta a la pregunta anterior es bien sencilla. La palabra "vituperio" nunca ha tenido relación con la comida. Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra hace referencia a una acción o circunstancia que genera un deshonra. Entonces, ¿de dónde proviene el origen del concepto "vituperio" como una especie de cóctel? Eso tiene que ver con una anécdota del programa chileno "Jappening con Ja", ya que el personaje de Fernando Alarcón, Canitrot, en una escena, debía decir la palabra "refrigerio", la cual sí tiene que ver con la comida, y se entiende como un alimento corto para reponer las fuerzas (DRAE, tercer acepción), y como no le resultaba la expresión de la palabra, él la reemplazó por vituperio. Por ende, como el programa era muy visto por los chilenos, quedó en el inconsciente colectivo el nuevo significado de vituperio.

Por lo tanto, debe tener cuidado cuando salga del país y decir que se quiere servir un vituperio, pues quizás, en alguno lugar donde compartamos el idioma, no le van a entender.

lunes, 18 de agosto de 2014

Hoy es el día de la luna

La mayoría de las palabras que utilizamos en español provienen del idioma latín, lengua que hablaban antiguamente los romanos. Algunos estudiosos e investigadores proponen que el 70% de las palabras que usamos en español derivan de esta lengua.

Sin ir más lejos, los días de la semana (en latín, septimana, es decir, siete días) no cambiaron muchos del español al latín [casi nada, diría yo], aunque sí ha cambiado el concepto religioso, pues cada día estaba dedicado a un dios de la cosmogonía romana. Así, el origen de los nombres de los días son:

Lunes: lunae dies* (día de la luna).
Martes: martis dies (día de Marte, dios de la guerra).
Miércoles: mercurii dies (día de Mercurio, mensajero de los dioses).
Jueves: iovis dies (día de Júpiter, padre de dioses y de hombres).
Viernes: veneris dies (día de Venus, diosa del amor).
Sábado: saturni dies (día de Saturno, dios de la agricultura).
Domingo:  solis dies (día del sol).

Cabe señalar, que el día sábado y domingo, cambiaron sus nombres por influencia hebrea, así diremos que:

Sábado: Proviene de la voz hebrea Sabbat, que hace refierencia al "día de descanso".
Domingo: Proviene de la voz latina Dominicus dies, que literalmente significa "día del señor" (en este caso, señor refiriéndose a Dios [cristiano o católico].

En cuanto a las reglas de ortografía, los días de la semana no son nombres propios, por tanto nunca se deben escribir con mayúscula, salvo que sean exigidos por algún tipo de puntuación, es decir, al comienzo de un texto o después de un punto seguido.

* En algunos textos encontrarán que la palabra dies (día, en latín) irá primero que el nombre, por ejemplo dies lunae. Se puede escribir de las dos formas [cosa que no profundizaré, pues este blog es sobre español y no latín].

sábado, 16 de agosto de 2014

¿Español o castellano?

Muchas veces me han consultado sobre si  hablamos español o castellano. La verdad es que he escuchado un sin fin de hipótesis y teorías, sobre todo por parte de algunos alumnos, con respecto a este tema. Alfredo Barría M., connotado periodista de Concepción, en su libro "Los misterios del idioma", publicado por la Universidad de Concepción y el diario El Sur en 1993, escribe en la introducción titulada "El nombre de la lengua", que la duda del uso de uno u otro nombre "(...) se explica con tal simpleza y ello parece suficiente para evitar mayores discusiones", puesto que, como la historia lo indica, se llama Castellano como reflejo de la unión que hizo Castilla en el momento de la invasión arábiga a la península, pues el idioma fue una fuente importante para generar la unión de los reinos y así realizar la expulsión de los árabes en el año 1492 ; y se le denomina Español por un tema más bien internacional, para generar una unión (otra vez) entre los hispanohablantes que se encuentran dispersos por todos los países del mundo. Así, los países en sus respectivas Constituciones, expresan que el idioma oficial es el Español y no el Castellano.

Así mismo,  Héctor Velis- Meza y Hernán Morales Silva, en su libro "Vicios en el lenguaje del chileno" afirman que "(...) algunas comunidades lingüísticas de España se resisten a aceptar el término español y prefieren usar el vocablo castellano, porque en este país también se hablan otras lenguas como el catalán, vasco, gallego, valenciano y mallorquín, que tiene carácter de oficial en sus respectivos territorios" (2012: 14).

Entonces, en conclusión, diremos que el nombre del idioma que utilizamos para comunicarnos es el español o castellano, voces que se pueden usar indistintamente. Sin embargo, habrá que respetar la idea de los españoles de decir que ellos hablan el castellano y no español. Usted decide qué concepto emplear.

Presentación

Hola amigos. Mi nombre es Nicolás Matías Retamal Venegas. Soy profesor de Español titulado por la Universidad de Concepción (Chile) y Magíster en Lingüística Aplicada por la misma casa de estudios. La idea de realizar este blog surge por una cosa muy personal, la cual es ayudar a quienes tengan dudas o quieran ampliar su conocimiento sobre el idioma que compartimos con millones de personas de todo el mundo: el español o castellano. Espero que aquí encuentren lo que anden buscando; y de no ser así, no duden en preguntar o comentar.

Saludos a todos y gracias por sus visitas.

Atte.

Nicolás Retamal Venegas.