En estas fechas es común escuchar por la radio [o por todas partes] canciones referentes a la Navidad. Dichas canciones son llamadas "villancicos". Sin embargo, los villancicos no solo tratan exclusivamente temas relacionados con la celebración del nacimiento del niño Jesús.
Etimológicamente, la palabra "villancico", proviene de "villa", id. en latín, cuyo significado -en esa época- refería a las casas de residencias que se encontraban a las afueras de las ciudades romanas [o, derechamente, de Roma]; es decir, casas que se ubicaban en la periferia de la ciudad. De ésto, deriva la palabra "villorrio", cuyo significado en el Diccionario de la Lengua Española de la RAE es indicado como despectivo: "población pequeña y poco urbanizada". Así, el "villano" es la persona (en tiempos romanos: un hidalgo) que vive en la "villa". Al considerar que los villanos no pertenecen a la sociedad urbana, pasó a referir a una persona descortés, indigna, ruin y en las novelas o películas, es el personaje que pelea contra el protagonista o héroe.
Finalmente, el concepto "villancico" designaba al trabajo o labriego que realizaba el "villano". Mientras éste hacía su trabajo cantaba o tarareaba algunas coplas, las cuales eran denominadas "coplas de villancicos", las que terminaron denominándose, simplemente, "villancicos".
Los villancicos pueden tratar cualquier tema, aunque hoy en día se asimila el término solamente a las canciones navideñas, pues la mayoría de estas coplas, en su origen, trataban temas religiosos. Por ende, no es redundante decir "villancicos de Navidad".